pub-1519915184057832 El anaquel: Runner

domingo, 26 de agosto de 2018

Runner


Dos kilómetro al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos  llegas. Generalmente cuando Miriam salía a correr siempre estaba sola, a veces se les unían otros corredores por algunos pares de metros, casi siempre eran nuevos, contaba con las palmas de sus manos algunos que mostraban alguna características que reconocía. La mayoría de las veces los otros corredores parecían sin importarle cuando se les unían a algún senderos. Miriam siempre tomaba rutas nuevas y no consideraba importante conocer los nombres de otras personas, solo con el amistoso cabeceo de reconocimiento con sus pares y seguía.
Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste, Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas. Para Miriam correr era ser como el viento, no había mejor cosa que el momento fugaz de ser uno con la naturaleza, el movimiento rápido como de una película pareciera, hacerse tan familiar al lugar que pareciera que tu presencia no molestara a los animales, a Miriam le gustaba corres a través de montañas, por los bosque, una vez fue al desierto termino con insolación, muerta de sed y con el corazón danzando, pero fue un momento único que le gustaría volver a repetir .
Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas.Desde que inicio con su pasión Miriam implemento "el punto de partida" sin importar el camino que recorriesen existía solo dos reglas. Siempre iniciar en el punto de partida y siempre terminar en el punto de partida. Al principio empezó como un juego ¿Recuerdas realmente donde iniciaste? Por lo tanto, eran lugares de fácil recordar como aquella formación rocosa que parecía flamenco, luego con el tiempo se volvieron un poco más complicadas como treinta pasos de la secuoya más alta.
Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas. Cuando Miriam encontró su actual punto de partida, supo que seria el único que iba caer en la descripción, desde que lo vio amo el lugar, no tenia nada de especial, pero se sentía tan unida al lugar, tan atada. Era algo único y lo sentía en lo profundo de su alma. Era algo casi hasta inexplicable era como si no pudiera realmente alejarse de aquel lugar, incluso nunca intento cambiar de punto de partida, solo amplio su perímetro.
Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas. Miriam se encontraba trastornada hace algunos días empezaron a aparecer cada vez más personas, al principio vio una que otra chica que parecía iniciar en lo que ella ya tenia años de practica, eran pálidas y no podían correr mucho, pero apreciaba el intento y trato de recordar como inicio ella, luego había cada vez más personas, incluso hacían locas expediciones nocturnas solo con sus linternas, hasta que dejaron de correr. Pero no pasaba mucho tiempo para encontrar alguna que otro muchacha pálida y luego otra tanda de alocados con linternas.
Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas. Hace poco Miriam encontró a una señora que parecía haber perdido algo mientras hacia su recorrido, murmuraba algo extraño y miraba constantemente hacia abajo y los alrededores, al principio pensó que ella estaba perdida, tendría alrededor de cincuenta años, su pelo era una graciosa mata de risos color canela, un día la señora trato de acercarse y saludarla, pero Miriam se encontraba en medio de un nuevo recorrido y no tenia tiempo para extraños, lo raro eras que la señora siempre se encontraba cada vez más cerca de su punto de partida y por algo extraño que pareciera aquello le daba escalofrió.  
 Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas. Miriam no sabia cuanto tiempo llevaba corriendo, pero una tenia una necesidad urgente de volver al punto de partida, era como si algo le perforara el estomago y lo único que la aliviases fuese volver al punto de partida. Fue el día que más rápido corrió literalmente flotaba a través de los arboles, los animales corrían en contra de su dirección y supo que efectivamente algo iba mal, al llegar vio un grupo de personas no muy lejos de su punto de partida, entre ellas se encontraba la señora extraña que había visto antes, que no paraba de gritar a las personas que iban más adelante "Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas" de la nada la señora miro intensamente a Miriam y un frió subió por su espalda, no tenia escapatoria estaban demasiado cerca, se sentó exactamente en el punto de partida, entre una roca musgosa y un grupo de hayas de lenga y meciéndose rezo con todas sus fuerzas como nunca antes había hecho, una suave mano se poso en su hombre, era la extraña mujer.
Dos kilómetros al oeste, siempre dos kilómetros al oeste. Salta el pequeño paso de agua, sigue hasta encontrar el roble quemado luego gira a la derecha, veinte pasos y llegas, solo veinte pasos y llegas. A pocos metros de aquí fue desenterrado el cuerpo de  Miriam Gacia, al parecer seria unos de los primeros asesinatos cometido por serial denominado  como el asesino de la 110 por el recorrido que eventualmente tomaba cuando se hacia con una se sus victimas. Según la información de los entregada por el trabajo forenses es que se llevaba enterrada alrededor de doce años entre un grupo de haya, la joven Miriam de tan solo 17 años, desapareció un 4 de junio. Un día como cualquier otro la adolescente salio a correr y termino a más de mil kilómetros lejos de su hogar, se espera desenterrar más cuerpos del bosque con la ayuda de la vidente Lydia Raigoso

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